lunes, 14 de diciembre de 2009

Andrés Hernández, singular melillense




Singular personaje melillense, publicista, escritor y pintor así como locutor de radio y presentador de TVM, a tener en cuenta en la historia local de la segunda mitad del siglo XX y comienzos del XXI

Andrés Hernández

por Juan Díez Sánchez
( de la Asociación de Estudios Melillenses )

El melillense Andrés Hernández Pozo, nació en la calle Palencia del Barrio del Real el 13 de julio de 1934. Estudió sus primeras letras en la Escuela Unitaria número 2, que se encontraba ubicada en la calle 9 de julio esquina a la calle Aragón, y cuyo maestro D. Fernando Calvo de la Fuente, dejó no solo en él, sino en todos los alumnos que pasaron por su enseñanza un emotivo e inolvidable recuerdo.

El 2 de enero de 1949, ingresó como aprendiz en la Escuela de Formación Profesional Obrera del Parque de Artillería, con el número 2 de su promoción. Donde después de cuatro años de aprendizaje en 1953, logró sentar plaza como operario, como uno de los alumnos más aventajados, en su profesión después de haber quedado por cuatro veces consecutivas campeón en Melilla en los concursos de Formación Profesional Obrera que organizaba el Frente de Juventudes, en la especialidad de chapista soldador, lo que le valió en el año 1953 alcanzar el Campeonato de Andalucía celebrado en la Empresa Bazán del Puerto de Santa María ( Cádiz ) en la especialidad de Soldadura por Arco Voltaico o Eléctrica.


Nacido de una familia modesta de artesanos, cuyos abuelos habían llegado a la ciudad entre los años 1907 y 1910, su padre Antonio Hernández Soto, ejerció el oficio de maestro guarnicionero, encargado en el taller de Andrés Buenaposada que estuvo ubicado en la céntrica calle del General Marina, un establecimiento donde se confeccionaba entre otros trabajos artesanales de cuero, las monturas repujadas de la Mehalla y cuya fachada estaba presidida por una cabeza de caballo en escayola.
Andrés Hernández, menor de tres hermanos, seguro que en sus genes recibió alguna influencia de su abuelo paterno, Vicente Hernández Luengo, natural de La Unión de Cartagena, donde desempeñaba el cargo de contable administrador en una mina de plata, y cuando éstas dejaron de producir, se tuvo que marchar de allí junto a un hermano. El vino a Melilla, “La América Chica” como le llamaban a esta ciudad entonces, y su hermano José, se fue para Lion, Francia, donde al parecer tuvo fábrica o comercio de tejidos. Vicente Hernández en Melilla desde 1907, primero tuvo la casa de comidas con churrería incluida llamada “EL BUEN AMIGO”, y que se encontraba instalada en un barracón de madera enclavado a la entrada del Barrio del Real, donde hoy se encuentra “El Bar Cinema”, y que él quiso construir de mampostería con pisos incluidos, y que el alcalde del aquel entonces, Cándido Lobera, no se lo permitió por estimar que aquella zona era del ferrocarril y que después años más tarde resultó no ser así.
Don Vicente también fue propietario por aquellos años de 1920 de varias cantinas en el campo, en Zeluán y Monte Arruit, donde servía a los distintos campamentos de soldados, así como tenía gente contratada que marchaba junto a la tropa, cuando ésta salía de marcha, con grandes canastas de mimbre que contenían desde tabaco a víveres y cántaros con agua que D. Vicente tenía dicho tajantemente a sus empleados no vendieran, pues decía “el agua debe ser gratis para el soldado”. Porque en aquellos años y en aquellos lugares, el agua era un bien preciado que se solía vender.
Y a la par que aquellos hombres vendían víveres a la tropa, también llevaban cartas en poemas, escritas por D. Vicente, para la madre, la novia, el hermano, etc., que por cinco céntimos compraba el soldado analfabeto y las enviaba a sus seres queridos. El diez por ciento de esta venta, era destinado al Asilo de Ancianos de la Ciudad, la popular Gota de Leche.
También Don Vicente regentó la sala de espectáculos “Tiro de Pichón” igualmente enclavada en el Barrio del Real, frente al mercado. Aquí estuvo trabajando con él, en aquellos tiempos y si viviera podía dar fe de todo esto, el bien recordado Esteban Pérez Romero ( 1908 – 1991 ) que durante muchos años estuvo de fotógrafo minutero en el Parque Hernández, con su vieja máquina de retratar y su bonito caballo de cartón.

También el abuelo de Andrés Hernández escribió algunas obras de teatro en prosa. Conservando su nieto tres de ellas: “EN LA BOCA DE LA MINA O EL HIJO DEL CAPATAZ”, que desarrolla su acción en el Marruecos Español. “SACRIFICIO POR AMOR”, escrita al igual que la primera en colaboración con su amigo Timoteo Heras y “CRUCES DE CARRETERAS”, firmada en solitario.
En una de ellas, Fermín que es uno de los personajes que trabaja en una mina, entona esta copla:

“Muere un infeliz minero
de un rudo y penoso canto,
deja un hijo pordiosero
y no lo siente el mundo entero
como a un ministro o torero.
Minerito barrenero,
que trabajas sin cesar,
con tu afán y con tu anhelo
haces rico al usurero
por un mísero jornal…”

Como se podrá comprobar por estos cantares, D. Vicente fue un hombre totalmente liberal, ajeno a la politiquería y hermanado siempre al pueblo trabajador y sufrido. Es posible que su nieto haya puesto de manifiesto mucho de esta forma de ser, a través de su larga vida dedicada a los medios de información y literaria.
Don Vicente fue propietario igualmente del café “LA PIÑA”( emplazado donde después estuvo el estanco de Muria, en el Paseo central del Barrio del Real ) y al final tuvo librería en el Mercado del Real, caseta número 12 ( antes había estado en el Mercado de Madera ), poniendo junto a las cajas de sardinas, las verduras de Trara y los ungüentos de los charlatanes, las almas poderosas de Verne y de Dumas o las ansías imperecederas de Víctor Hugo, por una sociedad más justa y más responsable. Don Vicente se fue una noche, como dice su nieto Andrés, que no se acuerda del día ni del mes ni del año. Solo recuerda que era una hermosa noche con estrellas. “Murió si perder su poderosa estirpe de minero: los bronquios destrozados. Se marchó con dos heridas. Vino con tres, como dijera otro Hernández en esos campos acuchillados de aquella España del 36. Con dos heridas; la del amor y la de la vida. La de la muerte se había cerrado. Cicatrizado. La del amor la dejó latente en una familia de mujer e hijos, pero también hacía aquella que se extendía más allá del mar, y la de la vida, hacía esa descendencia de luchadores, artistas y liberales que forman el legado sublime de la eternidad”

Por la parte materna, su abuelo Andrés Pozo Caparros llegó a Melilla en 1910 procedente de La Unión de Cartagena. De familia pudiente, pues su padre era ebanista con tienda de muebles en propiedad. Al ser hijo único los caballos fueron su principal ocupación. Y cuando el negocio de su padre fue a menos, esto le valió para situarse en Melilla. Llegando a ser amigo y cochero personal del general Ordóñez.
Después trabajó en la empresa Calderón junto a su hijo Juan, que murió con 21 años de edad, mientras él falleció en 1939.


Punto y aparte: grave accidente
La fecha del 6 de octubre de 1954 quedaría grabada para siempre en la memoria de Andrés Hernández, pues de improviso, mientras soldaba en el Parque de Artillería, explotó el gasómetro, depósito de acetileno que estaba utilizando. Produciéndole graves heridas en la mano y brazo derecho.
Tras seis meses hospitalizado en Melilla y otros seis en Madrid. Tiempo que aprovechó para aumentar su cultura con la lectura, volvió de nuevo al trabajo, si bien la falta de sensibilidad en la mano lo obligó a abandonar la profesión, quedándole una pequeña pensión que no empezó a cobrar hasta unos dos años después.
Mientras tanto y para buscarse la vida, a pesar de que había sido un mal estudiante, decidió dar clases particulares a grupos reducidos de niños, jóvenes e incluso adultos, desde las 9 de la mañana hasta las 12 de la noche, debiendo para ello estudiar asignaturas y temas que hasta entonces apenas había dedicado atención. Pues ya sabemos, que cuando la necesidad obliga…
Impartía enseñanza aproximadamente a unas cuarenta personas, hasta que después de año y medio, una tarde, una pareja de guardias preguntaron por él para decirle que había sido denunciado y debía cerrar “El colegio de Don Andrés”, por carecer del título de maestro.
Aunque pocos meses más tarde por oposición logró una plaza de calcador en el Parque de Artillería. Y años después pasó a desempeñar un puesto de funcionario por oposición, primero de auxiliar y luego administrativo en las oficinas del mismo Parque de Artillería hasta su jubilación en 1994.

Radio Juventud
Persona inquieta, perteneció al elenco de la antigua Radio Juventud de Melilla, desde el año 1961 y hasta su cierre el 17 de julio de 1965, cuando se dijo a su director Manuel Corbí, que se proyectaba dotar a esta emisora de Frecuencia Modulada e incluso contratar con carácter fijo a su personal hasta entonces colaborador.
Radio Juventud como estación escuela impartía cursos de aprendizaje, siendo en uno de éstos, de los últimos organizados, en el que Hernández se metió de lleno en el mundo de las ondas, inicialmente como guionista – era la primera vez que escribía para el público - y más tarde como locutor e incluso editor de programas culturales patrocinados por firmas comerciales locales.
En el mismo año 1961 y con motivo de las fiestas de Navidad, Hernández escribió el guión del programa de Fin de Año. Primero de otros muchos que cerraron y abrieron años en nuestra ciudad en las noches de San Silvestre. Estando muchos de ellos dedicados a la gente alejada de sus hogares que residían en Melilla y agrupaba en casas regionales.
Unos programas que derrochaban ingenio y animaban constantemente a los melillenses a acrecentar su nivel cultural de forma lúdica. Pues, no en vano uno de los principales reclamos de esta antena era: “ Radio Juventud de Melilla, la emisora de la simpatía”.
Entre los programas radiados por Radio Juventud de Melilla con guiones de Andrés Hernández y ayuda de prestigiosas firmas del comercio local, podemos destacar:
- “La familia Maragato” ( un grupo de campeonato ), que tuvo una gran audiencia, y mucha más cuando comenzó a emitirse sin guiones previos. Un programa ejecutado por Vicente Alvado que hacía las voces del abuelo y el niño Pitito, Manoli Sánchez y Andrés Hernández.
- “Torneo Rusadir”, un concurso que contó con tres ediciones, la primera en 1964 y un primer premio que ascendía a la entonces importante cifra de 5.000 pesetas. Cada edición tuvo tres meses de duración. Patrocinada por diez establecimientos, que a su vez representaban a otros tantos equipos, cada uno con un tema cultural principal. De lunes a viernes cada noche se enfrentaban dos equipos durante una hora, obteniendo el vencedor un premio, al igual que los oyentes por medio de quinielas semanales relacionadas con el programa.
- “Lo tomas o lo doblas”, patrocinado por seis comercios. Contó con la colaboración del dibujante Gabriel Tovar Ruso, quien decoró y realizó carteles anunciadores del concurso en los escaparates de los establecimientos patrocinadores.
- “El tur de la alegría”, con publicidad de Haditor.
- “La gallinita ciega”, patrocinado por Muebles López, consistente en averiguar sonidos y cuyo primer premio ascendía a la importante cantidad, entonces, de 750 pesetas.
- “El Pum Pum de la suerte”, juego similar al de las cuadrículas de los barcos: averiado, hundido…Patrocinado por Mediño.
- “Adivina, adivinador”, lógicamente sobre adivinanzas, estuvo apoyado por Galería del Mueble.
- “Los treinta días de Haditor”, con sintonía de la zarzuela “Manojo de rosas”.
- “Música para el taller y la fábrica”, creado por Antonio Duplas, y cuando éste lo dejó, lo continuó Andrés Hernández sin cambiarle el nombre por respeto a su buen amigo Duplas, pues era un programa de mucha audiencia.
- “Adán y Eva”, patrocinado por Perfumería Eva.
- “Pisa morena”, lanzado a las ondas por gentileza de Calzados Mallorca.
- “Alrededor del Mundo”, con la colaboración y el soporte de “Publicidad Ondas”.
Y otros muchos más, siempre con el apoyo de de Vicente Alvado al micrófono. Estando también al micrófono A. Hernández, que además ideaba y escribía los guiones.
Todos estos concursos por su originalidad y gran audiencia revitalizaron la radio en Melilla. Comenzaron a emitirse por las noches y poco después por las tardes, debido a sus grandes éxitos. Tanto es así que sus guiones son atesorados con gran cariño por su creador, Andrés Hernández, y seguro además habrán muchos conciudadanos que los recuerden con nostalgia.
En la programación de tarde, es de señalar el espacio “La pluma de Andrés Hernández”, comentarios diarios emitidos a las 3 de la tarde sobre un tema de actualidad. Y “Música con pasado” que se radiaba a las cinco con la colaboración de la locutora argentina Estella Maris.
Los 30 de octubre se solía emitir “El Tenorio”, interpretado por Abelardo Valenzuela, Francisco Silvestre, José Baza, Andrés Hernández, Manoli Sánchez, Stella Maris, Rosalía, etc, etc.
En el mismo año que cerró Radio Juventud, Andrés Hernández contrajo matrimonio. Siendo ya una celebridad en la ciudad por la enorme repercusión de sus programas.
Radio Melilla
Clausurada Radio Juventud, fue llamado por Radio Melilla – EAJ 21 para trabajar allí. Cosa que rehusó por diferencias con su director, Guillermo Palau. Pero al marchar éste y ocupar el cargo Agustín Moriche, Andrés Hernández colaboró con la emisora.
Hernández tuvo en la SER en antena durante más de quince años el programa “Canal O”, el cual pasó a llamarse finalmente “Tarde del sábado” al establecerse en Melilla Onda O y evitar similitud de denominación.
En Radio Melilla Hernández permaneció hasta 1998, con un paréntesis de un año en el que estuvo en “Onda O” con un programa semanal en el cual colaboraba la recordada Carmen Goes.

Y entre otros programas inolvidables, realizó en el año 1979 un concurso de eslóganes turísticos patrocinado por Muebles Rueda, cuyo primer premio, consistente en 30.000 pesetas recayó en el texto: “Melilla, España en la otra orilla”. Así como en 1984 y patrocinado por Europa Central del Mueble el titulado “Melilla ayer – Melilla hoy”. Donde los oyentes aportaban documentos y objetos antiguos relacionados con el pasado de nuestra ciudad.
Siendo el recordado Agustín Moriche director de Radio Melilla, propuso y fue aceptado por la Central de Madrid, que Andrés Hernández fuera el nuevo director de Radio Ceuta ( SER ), más por diferencias económicas no aceptó.

Sería interminable relacionar la cantidad de programas y concursos que A. Hernández realizó en la Cadena Ser durante más de treinta años, algunos de ellos con el apoyo de Irene Flores, Gaspar Díaz, Manolo Herrera y Ana Gallego entre otros . Defendiendo siempre la españolidad de esta tierra, a su pueblo y la religión cristiana, pues solía dar el Ángelus todos los sábados al principio de su programa.

“Publicidad Ondas”
En atención a la importancia creciente que iban adquiriendo sus programas radiofónicos patrocinados por relevantes empresas locales, para facilitar la labor decidió crear junto con su compañero Vicente Alvado en torno al año 1963 una agencia de publicidad bajo la denominación de “Publicidad Ondas”, de corta duración.
Tras el cierre de Radio Juventud de Melilla, Andrés Hernández montó su propia agencia,”Publicidad Hernández”, si bien algunos años más tarde, en el mes de octubre de 1969, decidió dejar su propia empresa para asociarse con José Luis Blázquez Novo, funcionario municipal de Aforos que hasta entonces realizaba publicidad en la prensa local, bajo la firma de “Avanza”.
El fallecimiento en accidente de circulación de Blázquez en mayo de 1970, obligó a Hernández a disolver la sociedad, indemnizar a la viuda y continuar sólo al frente de Avanza, enclavada en el primer piso del número 20 de la Avenida de Juan Carlos I, Rey durante treinta y dos años, desde 1969 a 2001. Si bien a los pocos años esta pequeña empresa unipersonal tomó la denominación de “Andrés Hernández. Publicidad”
Posee el carnet de Agente Comercial y desde los años ochenta del pasado siglo, está en posesión del carnet profesional de Radio y Televisión, equivalente al antiguo carnet de periodista.

Trabajos en prensa: Publicaciones
El cierre de Radio Juventud de Melilla en 1965 así como alguna dificultad para colaborar con Radio Melilla EAJ 21, empujó a Hernández a trabajar en la publicidad escrita, primero insertando anuncios en el único diario local existente entonces, el antiguo “El Telegrama del Rif” que pocos años antes, en 1963, luego de la independencia de Marruecos en 1956, había cambiado su cabecera por la de “El Telegrama de Melilla”. Editó números extraordinarios de Navidades y Ferias, desde finales de los años sesenta del pasado siglo, confeccionados inicialmente en los talleres de El Telegrama y poco tiempo después en imprentas de Málaga e incluso en una ocasión de Ceuta, caso de la revista “Nueva Melilla”. Unas publicaciones que solían aparecer en Navidades y carácter gratuito a veces. Con títulos como “Almanaque de Melilla” o “Tiempo de Navidad” en 1992.
Su relación con El Telegrama lo llevó a colaborar con cuatro directores de este medio: Tomás Galbán Noguera, Pío Gómez Nisa, Juan Rada y finalmente Emilio Cañizares.
Andrés Hernández también ha realizado infinidad de colaboraciones en la prensa local, desde el año 1980, con columnas diarias de cometarios patrocinadas por firmas como “AKAI” y que llevaron títulos tales como: “5ª columna” en el año 1980 o “He oído”, “He visto”, “He sentido” y “Qué idea”, en el año 1982. Todas ellas publicadas en “El Telegrama de Melilla”.Para más recientemente ver sus artículos la luz en el “Diario de la Costa del Sol”, “Sur” y por último en el dominical “La Voz” del diario de mayor difusión local, “Melilla Hoy”.
Guías turísticas
A partir del año 1971, Hernández comenzó a editar guías turísticas de nuestra ciudad. Siendo la presentada en el año 1988 distribuida también en Málaga y Almería por incluirse en ella anuncios y textos referentes a estas capitales andaluzas tan vinculadas a Melilla.
En total, realizó al menos siete guías en los años 1971, 1972, 1977, 1978, 1979, 1980 y 1988.
También dio a la luz durante un buen número de años los programas de los Festivales de España que con enorme éxito se celebraban en el Auditórium Carvajal. Así como algunos de las Semanas de Cine, y un número extraordinario del diario “Melilla Hoy” dedicado a una Feria de Muestras celebrada en el Parque Hernández a mediados de los años ochenta.

Programas de Semana Santa
Andrés Hernández comenzó a editar programas de la Semana Santa melillense a partir del año 1974, de forma esporádica, y continua desde 1990 a 2009. Teniendo los primeros ejemplares nombres propios, como son los casos de los años 1974 y 1976, que llevaron respectivamente los títulos de “Resucitado” y “La Voz de mañana”.
En el primero, “Resucitado”, un periodista se acercaba al Jerusalem de la crucifixión de Jesús. Y a través de entrevistas con José de Arimatea, San Pedro, San Juan y María la Virgen, intentaba desvelar un poco, por medio de su imaginación la figura del Crucificado. Resultando, que al final de toda esa búsqueda, le llevó a encontrarse consigo mismo. Una original idea narrada en un lenguaje poético y emotivo. Que curiosa coincidencia, años más tarde, el mismo tema fue emitido por las ondas de Radio Nacional de España.
Mientras que el segundo programa, el que llevó por título “La Voz de mañana”, se sitúa en el año 2500, con entrevistas a personas de esa época que exponen: “Un salario igual para todos, ya que la vocación en cualquier trabajo, es la principal fuerza de la evolución humana, haciendo de la persona un ente verdaderamente libre y acorde con los demás, al contrario que el dinero, que establece diferencias sociales y humanas. Donde la mayoría de las veces, como ocurre en la actualidad, la mediocridad, la incompetencia y la soberbia se amparan bajo el poder temporal que les da el dinero, anulando el conocimiento, el trabajo y la creatividad. Dando como resultado una sociedad absurda y enferma en sí misma, donde la libertad y los derechos son concedidos por unos testaferros visibles, ordenados y dirigidos por capitales ocultos.
En esta misma obra, el Dr. Hom, descubre el remedio total para el cáncer y otras enfermedades, a través de las coordenadas cerebrales de un enfermo de cuarenta años, ya que según él, cuando un cuerpo enferma, en su cerebro se encuentra el antídoto a ese mal… Pues la salud es el estado normal de la criatura, y el cerebro está íntimamente ligado al espíritu…

Programas de Feria
El primer programa de las Fiestas Patronales de la ciudad que publicó Hernández data de 1975, teniendo algunos años carácter oficial, y contando en ocasiones con la colaboración de Miguel Fernández. Encarna León, Francisco Carmona Pachón, Fray González ( hijo ), Agustinof, Eladio Algarra, Manuel Cuenca y Juan Díez entre otros.
Siendo el último el correspondiente a la Feria del Mar de 2009.
Algunos de los originales artículos firmados e insertados por Andrés Hernández en los programas de ferias resultaron polémicos. Siendo el caso más curioso el originado en el año 1981 con el titulado “La picha del general”, un cuento con moraleja que entonces resultó ofensivo para el Ejército y seguro que hoy casi pasaría desapercibido.
Su publicación obligó a Hernández a padecer un expediente así como abonar una multa de 55.000 pesetas impuesta por un Juzgado Militar. No teniendo ninguna defensa ni consuelo por parte de los mandos del Parque de Artillería, a pesar de que entró de niño y haber defendido su nombre con dignidad en los distintos concursos donde se presentaba con su trabajo.
Además gran parte de los ejemplares de esta revista de Feria del año 1981, fueron retirados y a otros la celosa Autoridad competente quitó las polémicas hojas donde estaba impreso el artículo. Recordemos que los españoles vivíamos en pleno proceso de transición a la Democracia y tan solo un año más tarde se produjo el intento de Golpe de Estado de Tejero.
Según Hernández, en esta lamentable ocasión, él tuvo pleno conocimiento de lo que era la soledad, ya que personas conocidas y no conocidas, eludían su presencia cuando pasaba. Pues de esta narración se hicieron cientos de fotocopias y media Melilla se enteró de lo que pasaba con el Ejército. Sin embargo, en la misma publicación iba también una poética entrevista a la VIRGEN DE LA VICTORIA, llena de imaginación y sentimientos, que pasó desapercibida, anulada por el pequeño o gran escándalo que se organizó con “La picha del general”.
En el año 2003 el Programa estuvo dedicado al I Centenario de la Feria de Melilla.
El Programa de Feria de 2005 también resultó polémico por las opiniones vertidas en algunos de sus artículos, como fue “Carta a Melilla”, donde hacía notar la pérdida de gran parte del tejido industrial y comercial de la ciudad.
También, y al menos entre los años 1975 y 1977, nuestro admirado publicista dio a la luz programas de festejos del Barrio del Real.
Un programa de Feria, el último, el de este año 2009 y que hace el número treinta y cuatro de los editados por él sobre los festejos patronales, ha sido la tribuna elegida para
anunciar su retirada profesional de la actividad publicitaria.
Callejeros
Luego de haber editado los primeros planos comerciales de la ciudad desde los años setenta, a partir del año 1994 ha puesto en circulación varios callejeros a color, con más de ciento veinte páginas y encuadernación por anillas para favorecer su consulta.

Futbol
En el ámbito deportivo, en el año 1974 A. Hernández editó una revista dedicada al 60 aniversario de la fundación de la “Unión Deportiva Melilla”. Principal equipo de futbol local entonces presidido por José Vergara Rodríguez. Y en cuya plantilla figuraban entre otros: Paco Moya, José Oña, Manuel Marco, Bertín etc. Un equipo cuyo entrenador era Desiderio Herrero y que muchos aficionados recordarán.
En esta revista también se mencionaba al otro equipo local, el “Melilla Industrial”, que tenía como entrenador a Enrique Bescos y portero a Fermín Menéndez. Y jugaban también Antonio Potous, Antonio Ibáñez, Pedro y Salvador Botello. Mientras que su presidente era el conocido empresario Wenceslao Paz.
Resaltándose también el gran número de equipos que militaban en categoría juvenil, como eran la Sociedad Deportiva Melilla, Club Deportivo Real, Gimnástico de Cabrerizas, Minas del Rif, C.D. 501 y C.D. Fabuloso. Un conjunto de equipos nacidos y mantenidos gracias al empeño de grandes melillenses como son Domingo Bonilla, Ramón Delgado y Pacoli.
Siendo la mayoría de las fotos que aparecía tomadas por Jesús Brotón Ruíz, fallecido en 1989 con 78 años de edad.
Al año siguiente, a la vista de la gran aceptación que había tenido la revista deportiva mencionada, sacó a la luz “Futbol Melillense”, nueva revista donde se ofrecía un amplio reportaje de los inicios del Melilla club de futbol, allá por el año 1936, escrito por su hermano Vicente Hernández y fotografías de viejas glorias como Escalona, Chiquito, Polo y Francisco Nava.
Haciéndose alusión al accidente de Loja, ocurrido en enero de 1951. Además se ofrecían fotos de Kubala y Errazquin, y además se resaltaba en un artículo firmado por Francisco Silvestre un reciente homenaje tributado al masajista Lázaro Fernández.
En 1975 el melillense Ramoní era el entrenador del Melilla.
Y finalmente en 1976 editó Andrés Hernández una tercera y última revista dedicada al futbol melillense. Lalchandani era presidente de la Unión Deportiva Melilla, y junto a su foto aparecieron también imágenes de grandes aficionados que igualmente presidieron el equipo de la ciudad: Gregorio Calderón, Juan Lucas Burgos, José Torcello García y Antonio Parres.
Destacando en esta publicación la foto en la que Rojas, en el encuentro con el Algeciras, equipo al que se venció por un rotundo 3 a 0, aparece rompiendo el póster de la portería contraria de un encontronazo. Quedando conmocionado en el suelo.
Apareciendo también la interesante fotografía del homenaje que se realizó a Manuel Benítez, seleccionador del Melilla.
Andrés Hernández igualmente durante varias temporadas editó calendarios de futbol.

“El Melillista”
Con periodicidad semanal y a lo largo del año 1991 puso en circulación la revista deportiva y gratuita “El Melillista” con la colaboración de Francisco Benítez Orozco y Paulino Gómez Estrella. El número 0 y de carácter extraordinario apareció en la Navidad de 1990, y su número uno el 7 de enero de 1991.
Las partes fijas y fondos a color se imprimían en Málaga, mientras que los textos de actualidad en blanco y negro se realizaban en la imprenta Marfe de nuestra ciudad.

“Melilla siglo XX”
Al concluir la pasada centuria y en colaboración con Juan Díez, Andrés Hernández editó
un singular libro: “Melilla siglo XX, cien años de voluntades y sacrificios” donde a través de más de ciento treinta páginas se recogen las principales efemérides que tuvieron lugar en nuestra ciudad entre los años 1900 y 2000. Señeros acontecimientos agrupados por años y acompañados de seleccionadas fotografías. Así como de anuncios de empresas locales en los que se resaltaban sus fechas de fundación.
Y cuatro años más tarde, el señor Hernández editó el 31 de enero de 2004 con carácter experimental el número 0 de la revista “El Levante, El Poniente”, de carácter gratuito y concursos ligados a los comercios que se publicitaban en ella.

Televisión
Andrés Hernández tuvo en la televisión dos programas de gran audiencia. Concretamente los titulados “Sintonía Familiar” y “La Noche de Melilla”, de dos horas de duración semanal y emitidos durante los años 1997 y 1998 por Televisión Melilla. Con entrevistas a grandes figuras de la ciudad y un concurso sobre conocimientos de nuestra población apoyado en escogidas imágenes. Programa que
al parecer era el único que ingresaba dinero al Erario Público, a través de la publicidad que el mismo gestionaba y realizaba. El programa “La Noche de Melilla” sin la menor explicación fue retirado por la política local, sin tener en cuenta los valores sino más bien los intereses propios.
Con esta ausencia el pueblo de Melilla perdió a un gran profesional, que dejó en cartera y sin poder desarrollar, una serie de programas tales como:
“OCHO DISTRITOS”.- Programa semanal donde se mostrarían a través de las cámaras las deficiencias y necesidades de los barrios de la ciudad, con preguntas a los vecinos, curiosidades del barrio, entrevistas con los responsables de su asociación de vecinos etc.
“ESPAÑA CON NOSOTROS”.- Programa también con periodicidad semanal, donde se presentaría una ciudad de la Península. Un reportero y cámara local se desplazaría a ella y harían reportajes con entrevistas a autoridades de esa ciudad, gente de la calle. Con intercambio con otras televisiones locales. Y al mismo tiempo esa ciudad, se daría a conocer aquí… contando con invitaciones a personas y concursos.
En fin, un programa de gran interés por sus posibilidades de promoción de Melilla e intercambios turísticos.
“EL CINE EN MELILLA”.- Programa semanal de tres horas de duración, con la presentación de uno de los ocho cines que la ciudad ha tenido. Rememorando historias, personas, etc. Con un coloquio con gente invitada. En el intermedio se proyectaría una escogida película, al ser posible en blanco y negro.
Un programa que también estaría complementado con la historia de la ciudad a través de sus cines.
“EL FUTURO ES HOY”.- Programa semanal en el cual serían los niños seleccionados por los maestros de escuelas, los presentadores y conductores. Un programa con entrevistas a personas que ellos eligieran. Realizando también ellos las preguntas, comentarios, noticias, denuncias sobre la ciudad. Todo bajo la óptica y verdad infantil, al paso que se actualiza y reafirma la figura del maestro.
Le quedaron más ideas a Andrés Hernández en el archivo de su capacidad creativa, preparada para dar a la TELEVISIÓN PÚBLICA una presencia más popular y participativa, pero como el dice: Llegaron los torpes de siempre y amparados por la política de nunca, robaron al ciudadano una posibilidad más de comunicación. Y a Andrés Hernández, su trabajo que el mismo construía cada día con dedicación y conocimiento.



Pintor y poeta
El inquieto espíritu de Andrés Hernández se desborda también en forma de colores,
de pintor autodidacta con estilo sin definir, aunque próximo a la línea de Van Gogh y Matisse.
Buen dibujante, sus temas preferidos recogen rincones de Melilla a veces entre los figurativo y abstracto.
Siempre le gustó el dibujo y la pintura. En 1956 ya colaboró con Evaristo Guerra en la realización de un mural en la Feria del Campo de Madrid, si bien no fue hasta los años setenta cuando comenzó a mostrar su obra en público, a través de los Concursos que celebraba el Ayuntamiento de nuestra ciudad con ocasión de los Festejos de septiembre. Obteniendo en ellos cinco premios, dos terceros, dos segundos y el primer premio de la edición correspondiente al año 1988.
En el año 1959 junto al pintor melillense José Peña realizó un mural para el Baile anual de la Asociación de la Prensa.
En la década de los años ochenta y durante algún tiempo utilizando una técnica muy elaborada y con barnices elaboró bellas obras de aspecto similar al repujado en piel.

Posteriormente, en 1996, alcanzó el accésit en la modalidad de Pintura, en el “Primer Certámen Nacional de Pintura y Escultura Ciudad de Melilla”, y finalmente en el año 2004 consiguió el Primer Premio del Certámen “Mujer y Pintura” de Melilla.
En nuestra ciudad ha expuesto sus coloristas pinturas en las salas del Centro Cultural Federico García Lorca y Casino Español. Haciéndolo en este último centro cultural junto a José Boada, que fue dibujante de la revista “Víbora” y hoy trabaja en una publicación de la ciudad de Londres. Y también ha presentado su obra en muestras colectivas celebradas en las poblaciones malagueñas de Nerja y Ronda. Teniendo en la actualidad preparados 20 cuadros para exponer próximamente en la Galería Doña Concha Pedrosa de Sevilla.
Cosa curiosa a destacar, es que a pesar de los diferentes premios que le avalan en certámenes pictóricos celebrados en la ciudad, cuando por la Consejería de Cultura de Melilla se editó un libro donde se recogían los nombres y algunas obras de los pintores premiados por la Ciudad, el suyo no aparecía, y sin embargo en dicho libro se hacía mención a ciertos pintores que nunca habían obtenido galardón alguno en Melilla. Cosa curiosa.

Como amante de las Letras, además de escribir infinidad de artículos y relatos cortos, publicados generalmente en programas de Semana Santa, Feria, Callejeros, revistas varias y prensa local, Andrés Hernández ha practicado la poesía en pequeña pero fructífera medida, pues no en vano las ha presentado a varios concursos donde han sido seleccionadas e incluso obtenido premios en Canarias y Orense.
También se presentó en un par de ocasiones al Premio Internacional de Poesía Ciudad de Melilla, con las obras “Ajeno de identidad” y “No a todo”.

Colofón
Con la retirada de Andrés Hernández como publicista, la ciudad de Melilla pierde a un gran profesional cuya energía e ingenio dio vida a la Radio local con programas inigualables. Un hombre todo corazón, defensor a ultranza de la españolidad de nuestra tierra, voz y pluma libre, crítica del auténtico Pueblo y opositor infatigable de todo ejercicio de Poder.
La popularidad de Hernández se ha visto reflejada en la prensa local a través de entrevistas realizadas por Irene Flores, Francisco Gámez Pérez y Jacinto Montes Berberana, así como artículos firmados por Juan Garbín Vereda, Francis Alemany y otras plumas conocidas de la ciudad.
En la actualidad Andrés Hernández trabaja en una novela titulada “El cielo de la posguerra”, reflejo de la vida de entonces y que la empresa Gráficas Reunidas de Málaga ha prometido su publicación. Así como en una obra de teatro de gran originalidad titulada “Radio City – City Radio”.
Hombre de talante tranquilo y conciliador. Siempre contento, confiesa que una de las claves para una venturosa supervivencia en este mundo, es la de no tomarse muy en serio las cosas. Y preguntado por que usa dos seudónimos en sus trabajos literarios, como son SOR MANOLO y KAKE, responde que casi siempre él ha tenido que escribir en sus publicaciones, y para no repetir su nombre ideó los seudónimos de KAKE y SOR MANOLO. El primero viene de cuando era niño, que al chocolate le llamaba Kake… Y SOR MANOLO, porque considera que el alma humana es como una monja de clausura, vive dentro de un espacio íntimo a solas con el misterio. Por ello lo de Sor, y Manolo por ser el primer día del año. Todo tiene una explicación.
Preguntado por comerciantes recordados de su tiempo en los medios informativos, nos trae a la memoria con cariñoso respeto los nombre de D. José Tortosa Ayala, padre de D. Francisco Tortosa, D. Luis Alpuente Cabo, D. Enrique Sánchez Aranda, D. Juan Lucas Burgos, José Martínez López ( Casa Vicente Martínez), D. Jesús Testa Núñez, José Hernández Navarro, Eustaquio Medina ( Mediño ), D. Manuel Erades Segarra, de Publicidad ELI, Ayu Lalchandani, etc, etc. Y muchos más.
Su voz se perdió hace años entre las nubes del Levante y vientos del Poniente. Más no sus innumerables publicaciones, testigos privilegiados de mil y una batallas por una Melilla mejor.




Artículo publicado en "La Voz", suplemento dominical del diario "Melilla Hoy", los días 6 y 13 de diciembre de 2009.



Fotografías:
- Andrés Hernández en su oficina, octubre 2009.
- En Nuenen ( Holanda ), 1990. Andrés Hernández al lado del monumento a los hermanos
Van Goh. En los actos internacionales en recuerdo del primer centenario de la muerte del célebre pintor Vicent van Goh. Aparece junto a periodista del “Periódico de Cataluña”, “La Vanguardia” y “El País”.

1 comentario:

Coco Becerra (Pepe Boada) dijo...
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