lunes, 22 de marzo de 2010

El arte sacro de Rodilla, exponente de la Semana Santa de Alzira


por Ventura García/ Melilla. Diario SUR, 22 de marzo de 2010


El imaginero es autor de una escultura que procesiona cada año la Hermandad de Caballeros de Cristo Crucificado en la Agonía

El artista valenciano que dejara su impronta en Melilla durante los años veinte repartió por todo el levante español un amplio legado sacro

Algunos historiadores consideran que Vicente Rodilla se presentó al mundo como artista durante su breve estancia en la ciudad, un periodo de muy pocos años que el valenciano cerró tras haber cumplido con la patria, contraído matrimonio y tenido un hijo que hoy en día se afana por conservar la memoria de su padre. En Melilla dejó una serie de placas, varias esculturas y un mapa en relieve de la geografía española que hace unos meses volvió a ver la luz tras medio siglo de oscuridad.

Cuando Rodilla regresó a su tierra, su carrera como artista fue evolucionando año tras año hasta alcanzar una notable fama y un merecido reconocimiento. La Iglesia se convirtió entonces en uno de sus más importantes clientes y el arte sacro en una de sus especialidades. Sus imágenes se procesionan aún en varios pueblos del levante español, sus mosaicos en relieve decoran todavía las paredes de algunos templos. Y es que su catálogo de obras es tan amplio como interesante, tan extenso como variado.

Cristo
Una de las imágenes talladas por Rodilla que en mayor medida ha trascendido a su autor, es la del Cristo Agonizante. La escultura, creada a tamaño natural costó 17.000 pesetas de la época y fue bendecida en el templo de San Juan el domingo 23 de marzo de 1956. Dos personalidades del lugar, don Lisardo Piera Rosario y su esposa, doña María Virtudes Muñoz, apadrinaron el solemne acto.
La Hermandad de Caballeros de Cristo Crucificado en la Agonía, que cuenta en la actualidad con 346 hermanos, es la que procesiona esa imagen de Rodilla por las calles de Alzira. Esta institución fue fundada el primer día de febrero de 1955 por un grupo de jóvenes que pertenecían al movimiento de Acción Católica de la Parroquia de San Juan Bautista. Sin embargo, aquel año no contaban aún con la talla y procesionaron una estampa del Cristo de Limpias.

La Hermandad se caracteriza por su talante profundamente austero y penitencial; su norma es guardar un riguroso silencio y se precia de haber sido la primera e disponer de banda de tambores y timbales. Once años después de su fundación, empezó a acompañar sus procesiones de siete cruces de madera con pendón negro y pergamino; cada una de ellas muestra las leyendas correspondientes a las siete palabras que Jesús pronunció en su agonía.
Tanto el traslado de la imagen titular, que se completa el Miércoles Santo desde su capilla de la Parroquia de San Juan hasta la Iglesia de Santa Catalina, como la procesión general del Santo Entierro, concitan a cientos de personas, de devotos de una talla nacida de las manos de Vicente Rodilla Zanón.
San Fernando
Los historiadores aún tratan de seguir la pista a la imagen de San Fernando que el artista labró prestando el servicio militar en el Regimiento de Ingenieros de Melilla. Es una de las obras firmadas por el valenciano de las que hay constancia en los escritos de la época y una de sus primeras aportaciones al arte sacro. También alguna de sus placas se erige tras el Cristo que se conserva en el acuartelamiento de la Legión.

No hay comentarios: